I'M A VENEZUELAN IN SEÚL: DÍA 1

Se deben estar preguntando qué carajos hago yo en Corea, más específicamente en Seúl. La cosa es así. LG va a realizar el día sábado 23 una competencia de Break Dance en la que los Speedy Angels representarán a Venezuela y este "que está aquí" fue invitado por Burson-Marsteller y LG para dar cobertura al evento. Debo confesar no asimilé la noticia que vendría a Asia hasta el momento en que aterricé en el aeropuerto INC de Corea. 

Les cuento que el viaje es largo y a momentos incómodo. Partimos a las 5:20 pm. de CCS y aterrizamos a eso de las 8 am. en París, esperamos cinco horas en el aeropuerto Charles de Gaulle, en las cuales quería comprar cuanta revista se atravesaba en mi camino, hasta que a la 1 pm, abordamos el avión de Air France rumbo a nuestro destino final. El vuelo a Corea dura unas diez horas. Los asiáticos no huelen muy bien y como dice la canción de Calle 13 "Todos son iguales, todos hablan enredao con los ojos achinaos". Los niños lloran y aunque tengo ganas de dormir me cuesta conciliar el sueño. Me pongo a pensar en martinis atómicos. 

Una vez en Corea, nos reciben los organizadores del evento. Las distancias son largas y las colas son iguales o peores que las caraqueñas. Una curiosidad es que el 98% de los autos son blancos, negros o plata. De vez en cuando se deja ver uno que otro vehículo rojo que pareciera es un vecino comunista proveniente de los hermanos del norte. La mayoría de los carros son de marca Hyundai, Daewoo, KIA y Samsung -Sí, la Samsung tiene carros y parecieran ser dueños del país... hasta construyen edificios-. Tenemos una traductora  que se llama Kui Ji, vivió 13 años en ecuador y es la encargada de guiarnos por la ciudad. Almorzamos hamburguesas -¿hubiese sido imposible comer algo más representativo de la cultura coreana?-. Ahora son las 3:12 de la tarde, estoy en interiores en una lujosa habitación del Lotte Hotel, veo la lluvia caer con intensidad sobre Seúl y creo dormiré un rato "el jetlag me está matando". 

*En Corea las colas son Heavy. 

*¡Seamos honestos! Esto no es metrosexualidad... es mariquera.