Seoul es una metropoli bastante moderna que alberga unos diez millones de personas. De noche hay tantas luces como en Las Vegas. Los coreanos están bastante influenciados por la cultural occidental. La música que predomina es el Hip-Hop. Entras a STARBUCKS y escuchas Ne-Yo, caminas por una típica calle coreana y a lo lejos escuchas Beyoncé. Los coreanos como buenos asiáticos que son, se caracterizan por ser disciplinados y copiarlo todo. No comen a deshoras y todo en la porción necesaria... ni más, ni menos. Son puntuales, les gusta tomar café por las mañanas, son fanáticos del béisbol <<¿Venezuela? ¡Ah, of course Johan Santana y luego se regocijan por habernos vencido en el clásico mundial>>. Aquí ser católico es trendy -ya me lo decía Cobelo-, basta con caminar un par de minutos para toparte con unas cuatro iglesias y por las noche las cruces de colores fluorecentes se pueden divisar a lo lejos. Los coreanos no llevan barba y son extremadamente metrosexuales. Las chicas son bastante coquetas y lucen sus flacas piernas con falditas por encima de la rodilla. Llevar corbatin, las camisas a cuadros y los chalecos están de moda. David Beckham es lo más parecido a Dios. La arquitectura es imponente, los edificios cambian de color por las noches. A los coreanos les gusta el juego, para eso tienen el Seven Luck Casino, pero también creen fervientemente en el amor -lo sé, suena cursi, pero ya verán las fotos-. Miles de parejas suben a diario a N Seul Tower (http://www.nseoultower.co.kr/) para jurarse amor eterno mediante un ritual en el cual deben cerrar un candado en las rejas del cerro Namsan -el equivalente al Ávila en Seoul-. Son millones los candados que pueden encontrarse en ese lugar. Candados de bicicleta, candados con combinación, candados con forma de corazón, esposas para los más kinky, candados de colores, etc.
Road to Hollywood: Episode II
Hace 5 años.
1 comentario:
Que bellos son novios???
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