Es inútil que lo sigas negando, sabemos que tienes al menos un tema de Servando y Florentino en tu iPod. Los mismos que adornaron las paredes del cuarto de tu novia hablan de la herencia política que les dejó su padre, el sexo durante los años de Salserín y su nuevo disco.
Fotografía: Kathy Boos
Expuestos desde muy temprana edad, nadie les puede negar que se han ganado a pulso lo que tienen. Durante sus años como integrantes del grupo Salserín, lograron convertirse en iconos de la cultura pop de nuestro país. Hijos del cantor del pueblo, Alí Primera, su carrera artística se ha vis- to envuelta en medio de un debate político que ha hecho que buenas nuevas como la firma de Servando como compositor por parte de Westwood Music Publishing no tenga la cobertura que merece. Sencillos, de trato amable y sincero, los hermanos Primera llegaron al Comando UB para responder a nuestra entrevista con honestidad y un discurso que denota la influencia y la gran admi- ración que sienten por su padre.
“Se Acabó” marca su regreso después de cuatro años y podría significar el comienzo de una nueva etapa en solitario, concentrados en la música y de vez en cuando en el gravity.
FG: Cuando googleas Servando y Florentino aparecen más links que dicen textualmente “¿Servando y Florentino, chavistas?” que información relacionada a sus nuevos proyectos musicales ¿La curiosidad por conocer su tendencia política eclipsó a la música?
Florentino: En algún momento nos afectó. Muchos fanáticos tanto de un lado como del otro, se empeñaron en vetar- nos por no comulgar con sus ideales, así como lo hicieron con nuestro padre en su momento.
En mi caso cometí el error de decir algunas cosas en una tarima opositora porque busqué la manera de expresarme en otros medios, pero estábamos vetados. El hecho es que algunas personas nombraron a mi padre para hacer campa- ña política para luego saltar la talanquera, convirtiéndose en auténticos mentirosos y hundir a Alí en su mentira. Eso me llevó a actuar con rabia, diciendo algunas cosas que fueron utilizadas mediaticamente y llevó al público a pensar lo que le dio la gana.
Servando: La política divide a la gente y la música la une. Yo he cantado en eventos organizados por la oposición porque son fiestas para el pueblo, pero también lo he hecho en las que organizan las gobernaciones oficialistas.
Muchos afirman que somos chavistas, pero antes decían que no lo éramos porque una vez dijimos algo en contra de Chávez y a favor de papá. A mi me dicen chavista porque una vez me vieron con una franela del Ché Guevara, y yo soy Che Guevarista desde muy pequeño. La gente en Venezuela es muy ignorante, piensan que por tener una franela del Ché Guevara, llevar una boina roja o por tener el puño izquierdo levantado se es chavista y eso sólo demuestra ignorancia. Antes que naciera Chávez, nació mi papá y antes de mi papá, nació el Ché Guevara y así hasta Marx. Uno no puede ir por la vida etiquetando a las personas, basándose en el descon- ocimiento de los modelos políticos.
¿Cómo interpretas la herencia política de tu padre?
F: La herencia político cultural y social de Alí es enorme. De hecho, desconozco su grandeza. Pero me permite entender que no debemos llenarnos de odio. El hecho de no compartir los mismos ideales no significa que nos tengamos que odiar. Más bien al contrario, eso debería despertar mi inteligencia para hacerte entender mi teoría.
S: Como una utopía, más no inalcanzable para generacio- nes futuras. Alí decía: “nosotros hagamos la historia y que otros la escriban en un mundo mejor”. Yo no creo que mi generación la escriba, pero si vamos a construirla. Esa fi- losofía que cantaba mi padre, yo la he adoptado como propia porque uno siempre quiere delegar en las manos de los demás lo que uno mismo puede hacer.
¿Esa herencia los hace sentirse comprometidos con el socialismo?
F: A mi me gustaría que me dejaran hacer mi música porque con ella he sacado adelante a mi familia, y he ayu- dado a mucha gente, comprometido con la sociedad y sin estar casado con un partido político.
Particularmente me considero Ali Primerista, comulgo con la ideología de mi padre y su teoría de hacer la lucha diaria por encima de una idea, hacerla por nosotros, por la hu- manidad, por el hombre y la mujer, y si su idea es vinculada con la del Presidente, todo el mundo es libre de pensar lo que quiera. De repente Chávez y yo pensamos de la misma manera en algunas cosas, pero eso no quiere decir que pen- semos de la misma manera en todo.
S: La música es una herramienta que se puede utilizar para el socialismo, pero yo no sigo doctrinas. No estoy adoc- trinado ni por mi padre, ni por mi colegio, ni por nadie. No me considero un hijo ejemplar, si te pones a ver yo debería ser el más comunista, el más socialista y no es así, soy humanista ante todo. Lo que si es cierto es que puedo seguir la idea más no al hombre porque el hombre se equivoca, y no puedo permitir que se afecte a un pueblo por el error de un hombre.
¿Cuándo se plantearon dedicarse a la música pensaron seguir los pasos de su padre a través de los cantos de protesta?
F: En principio sí. De hecho el primer casting para Salserín lo hicimos Servando, Sandino y yo con una canción escrita por nosotros tres que hablaba acerca de los sucesos del 27 de noviembre.
S: Si, lo que pasa es que yo creo mucho en lo natural y hasta ahora no ha fluido en mi algo así. La influencia está, yo aprendí a cantar con las canciones de mi papá por eso desde muy chamo he vinculado la música con la justicia social, con la protesta y la lucha. Si algo heredé de mi padre fue la sensibilidad ante las injusticias, cosa que me ha metido en problemas como en el supuesto homenaje que hicieron a mi padre en La Carlota.
¿Qué pasó en esa oportunidad?
S: No canté porque discutí con el organizador del evento, el Ministro del Turismo, Pedro Morejón, por no permitir que se cometiera una injusticia contra otros compañeros músicos. Lo lógico era que ese día se presentaran grupos que rin- dieran homenaje a Alí y que sembraran una semilla de consciencia en la gente. Sin embargo, se invitaron grupos como Molotov, Calle 13 y Orishas -a quienes respeto mucho, para que alternaran con los locales, entre ellos, “Dame pa’ matala”, conocidos por sus letras con contenido social revolucionario, y no hablo de chavismo, hablo de una visión compartida ante la injusticia social. Al verse presionado por el tiempo el Ministro pretendió desplazar a estos muchachos que vinieron desde San Felipe a tocar gratis para darle más chance a los extranjeros. Les ofrecí la mitad de mi tiempo en tarima y eso molestó a Morejón, quien literalmente nos botó del evento, ninguno de los que fuimos para rendir tributo a Alí pudimos tocar. Obviamente los intereses eran diferentes, yo quería sembrar la semilla de mi padre, ellos querían ganarse la simpatía del público.
¿Hasta qué punto el vivir en un país tan polariza- do incide en tu carrera y afecta tu vida personal?
F: Yo converjo con la idea de la coexistencia y del amor a través de nosotros mismos. Entendiendo a Cristo, com- prendí mucho más las enseñanzas de mi padre, entendí que si nos amamos por encima de una idea podemos alcanzar un fin común.
S: Si afecta porque hay gente que no tolera la diferencia de pensamiento y no han aprendido a aceptar el punto de vista de otros. Desgraciadamente, por ser figura pública se está muy expuesto y suele encontrarse con gente que no res-peta nuestra manera de pensar. Mi papá decía que tenía dos tipos de enemigo: “el que piensa diferente a mí y quiere imponerme su idea, y el enemigo naturalmente ideológico”.
¿Qué enseñanza les dejó el haber pasado de tener poco a tener mucho? Y ¿Cómo ven el futuro a raíz de esta experiencia?
F: Cuando tienes poco, tienes mucho y cuando tienes mucho, sientes que no tienes nada y quieres más. En ese momento sientes un vacío y sufres de depresiones. Muchas veces el pobre sufre de preocupaciones, pero no de depre- siones, el pobre no conoce un Tafil, el rico sí. Uno debe sen- tirse grande con lo que Dios te está dando, y si te está dando más, entonces tienes que aprender a compartir.
S: Que en la vida nada es completo. De repente cuando es- taba niño no tenía la posibilidad de comer tres veces al día, pero eso alimentó mi creatividad. A veces tenía que imagi- narme la mayonesa en el pan. Esa hambre se convirtió en creatividad para escribir canciones y esas canciones me hicieron ganar dinero, pero ahora que tengo dinero siento que me faltan muchas cosas que no son materiales. Uno tiene que aprender a vivir con una felicidad incompleta.
¿Cuál es la parte que no disfrutan de ser famosos?
S: La exposición a la mentira. Uno tiene que estar muy claro de quien es porque la gente inventa muchas mentiras que pueden llegar a afectar a tus seres queridos.
F: A mí la fama en sí. Nosotros nos debemos a una idea, a un sentimiento y a ese don que Dios nos dio, pero no com- parto la idea de algunas personas que creen que tú eres un
mono de circo expuesto para satisfacer todas sus emociones, en vez de satisfacernos mutuamente.
Durante la época de Salserín los hombres los envidiábamos porque las mujeres enloquecían al verlos ¿Perdieron la cuenta de las niñas que pasaron por sus camas?
S: Nunca las conté. Lo que pasaba es que antes de estar en Salserín nos iba bien con la mujeres, debe ser algo de familia. Mi papá no era un galán de TV, pero me cuentan sus amigos que era un imán para atraer a modelos y actrices. Yo no sé si era por su virilidad o por el power que tenía al momento de decir las cosas, pero algo nos salpicó y desde pequeños estu- vimos en contacto con el sexo, incluso antes de ser famosos, pero después de Salserín la situación se magnificó.
Servando actualmente estás casado con la misma novia que conociste a los 15 años ¿Cómo logras manten- er una relación de pareja estable en este medio y a tu edad?
S: Siendo fiel a uno mismo. En el tiempo que he estado con ella, me ha provocado mirar y uno hasta puede llegar a ilu- sionarse con otra persona porque descubres en nuevas caras cosas que no ves en tu pareja, y más cuando tienes tanto tiempo con ella. Pero si estoy con ella es porque la amo, si le soy infiel también estoy siendo infiel conmigo mismo.
¿Cómo ha influido la paternidad, los éxitos y lo aprendido de los fracasos en las líricas del disco “Se acabó/It’s a wrap”?
F: La paternidad ha influido mucho en mi sensibilidad al momento de escribir. Definitivamente no soy el mismo. Aho- ra me doy cuenta de las torpezas que cometemos cuando estamos más jóvenes. Trato de medir más las consecuencias de mis actos y a nivel de lírica, me considero un aprendiz. Todavía me quedan muchas cosas por vivir que me per- mitirán madurar mis canciones.
S: En mi caso, la paternidad lejos de hacerme madurar me ha hecho más inmaduro. Me permite tener una visión más fresca de lo que me rodea y eso lo puedo transmitir en mis canciones. Muchas veces los grandes terminamos siendo niños.
Te sientes más niño, pero sus fanáticas han crecido... ¿se podría decir que éste es un disco más adulto?
S: Depende de la visión. La visión en cada disco es dife- rente y cuando nos sentamos a componer no lo hacemos pensando en el público, sino en lo que sentimos. Mi manager (Oswaldo Ponte Jr.) dice: “el amor no madura”. Así tengas cuarenta años seguirás sintiendo la misma emoción al ver a
la persona que amas.
Florentino, te sientes más cómodo en este momento de tu carrera en el que ya estas componiendo y hasta se te ha visto tocando la guitarra sobre el escenario...
F: Me siento cómodo trabajando en lo que me gusta, siendo libre con lo que hago y mientras más sigo trabajando me doy cuenta que me falta mucho. Cada vez me siento más niño al momento de descubrir cosas.
¿Este podría ser el último disco de Servando y Florentino como dúo?
S: El disco se llama “Se acabó”, pero también tiene un nom- bre en inglés, “It’s a wrap”, porque teníamos un ingeniero de sonido neoyorquino que cada vez que terminábamos la gra- bación decía “wrap it up”. Este disco es importante en nuestra carrera porque lo más seguro es que después de este álbum, sin separarnos, ni nada, probemos sonidos propios. Se cierra un ciclo y queremos comenzar uno nuevo.
Servando, te acercaste al rock con el tema “Tóxico”¿Te gustaría ganarte la aceptación de quienes siguen ese género?
S: Yo no busco aceptación, pero sí, liberación, expresión. La música es una expresión artística que tiene muchos ritmos, entonces uno no puede estar repitiéndose o limitándose. Yo no imagino un Dalí o a un Armando Reverón pensando: “Esta raya no la voy a hacer roja porque a la gente no le gusta el color, mejor la hago en verde porque es un color más común”. La expresión tiene que ser libre y te aseguro que al momento de hacer algo como solista, será algo honesto, llámese salsa, chacuchá, reggaetón o Rock ‘N’ Roll.
Florentino ¿con cuáles ritmos experimentarías en un disco en solitario?
F: No lo sé porque me gustan muchos ritmos, pero si te puedo decir que existen ciertos sentimientos que me llevan a sonidos específicos.
En el primer single, “Me vas a recordar” se nota una influencia de Los Beatles, así como en la época de Salserín los influenció Jerry Rivera.
S: Los Beatles son la columna vertebral de la música popu- lar y eso no es secreto para nadie. Particularmente soy más fanático de John Lennon que de Los Beatles.
Nosotros arrancamos la producción de este disco hace dos años y “Me vas a recordar” la escribí antes de que Los Beatles se pusieran nuevamente de moda por el Rock Band. Nosotros siempre filtramos las influencias para lograr un sonido propio, pero siempre habrá una raíz.
¿Qué se siente estar vivos y tener su propio E! True Hollywood Story?
S: Lo interesante es que a los 29 años hemos vivido cosas que de repente personas de 40 o 50 años no han podido vivir. Nosotros afortunadamente tenemos la bendición de estar vivos. Ese E! True Hollywood Story fue un breve resumen de una pequeña parte de nuestras vidas.
F: Nosotros estamos conscientes que ese programa resalta los hechos más mediáticos ante otras experiencias que nos ha tocado vivir, pero al final estamos contentos. Hay muchas cosas que se dijeron allí, que hoy día no las diría.
La calle y el abismo.
Hace 3 años.
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