Este fin me dio por culturizarme un poco por lo que decidí visitar el Museo de Bellas Artes. La verdad es que sin ánimos de hacer una crítica destructiva, me pareció bien grave la falta personal capacitado para atender al público, y es que no hay una persona que te diga dónde está el baño (baño que por cierto, por ser público y es utilizado para cambiar pañales y algunos hasta medio se bañan... cobren entrada). Por otra parte menos mal que al ir a un museo estamos claro que el arte es subjetivo y abstracto porque hay algunas obras que no podría llamarlas artes. Sin embargo, noté que hay una nueva generación de artistas que exhiben propuestas interesantes, siempre es bueno disfrutar de los trabajos de Soto y para los que como yo aman a Warhol, les cuento que se pueden deleitar con la Marilyn en 10 piezas.
La calle y el abismo.
Hace 2 años.